La nave se desintegró en la atmósfera en la madrugada de este viernes y sus restos cayeron en el Oceáno Pacífico.
El carguero espacial no tripulado Progress se desintegró por completo en la atmósfera por encima del océano Pacífico durante su caída libre hacia la Tierra, una semana después de que los operadores rusos perdieran el control de la nave, según anunció este viernes la agencia espacial rusa.
«La nave Progress M-27M -cargada con más de tres toneladas de alimentos, combustible y otros suministros- dejó de existir a las 05.04 de Moscú (05.04 hora peninsular española) el 8 de mayo de 2015. Su entrada en la atmósfera se realizó por encima de la parte central del océano Pacífico», indicó Roskosmos en un comunicado. Casi todas las naves espaciales de este tipo se desintegran en la atmósfera o caen en los océanos, que ocupan la mayor parte de la superficie terrestre.