Un nuevo estudio basado en datos obtenidos por la misión Cassini de la NASA afirma que la energía liberada de las reacciones químicas que tienen lugar en la luna Encélado de Saturno lo hace propicio para contener fuentes de vida en su océano subterráneo.
En un estudio publicado en la revista especializada Geochimica et Cosmochimica Acta un equipo de científicos de EE.UU. y Canadá afirman que las características del océano de la luna Encélado de Saturno podrían ser propicias para albergar vida. La investigación está basada en datos del agua y hielo del satélite obtenidos por la misión Cassini de la NASA, informa el portal Space.com.
"Encélado es un candidato cada vez más probable al papel de segunda fuente de vida después de la Tierra en el Sistema Solar", ha afirmado Christopher Glein, uno de los autores del trabajo.
Los científicos aseguran que la energía liberada a través de los géiseres procedente de las reacciones químicas en las profundidades del océano de este satélite recubierto de hielo podrían haber producido una bioesfera. Esta incluso puede seguir existiendo en la actualidad.
Asimismo, los especialistas han hallado un alto nivel de emisiones de carbono y otros compuestos, lo que sugiere que la luna contiene una gran cantidad de minerales. Además han determinado que el océano es salado y cuenta con un pH alcalino de 11 o 12. Los elevados niveles de carbonato de sodio hacen que el océano de Encélado sea muy parecido a lagos alcalinos de nuestro planeta como el Lago Mono (California, EE.UU.), que alberga organismos en su ecosistema.
Un océano salado
La superficie y el interior de Encelado. Encelado tiene un extenso océano de agua bajo su corteza helada.
El satélite está cubierta por una capa de hielo, pero es geológicamente muy activa, como lo demuestran los géiseres poderosos que la explosión continua de su región polar sur. Estas columnas contienen cantidades significativas de agua, que los científicos creen que se origina a partir de un océano subterráneo.
Estudios previos han sugerido que este océano está en contacto con el manto rocoso de Encelado, haciendo posible todo tipo de reacciones químicas de interés.