El gobierno de los Estados Unidos a través de diversas agencias relacionadas con el Pentágono creó el HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program), con el objetivo de estudiar y conocer las propiedades que alberga nuestra ionosfera y poder así potenciar la tecnología que permita manipular con descargas electromagnéticas su capacidad.
Así también se podría favorecer las radiocomunicaciones y los sistemas de mapeo y vigilancia, creando un escudo antimisil para evitar posibles ataques nucleares o algún fenómeno natural, como podría ser una lluvia de meteoritos. Científicos de la Universidad de Stanford fueron los primeros en afirmar que se podría manipular el clima del planeta mediante transmisiones de radio.
El Haarp puede controlar los recursos atmosféricos. Entre otras cosas, también puede hacer que llueva en mayor o menor cantidad, crear nevadas o granizo, nieblas y tormentas de gran formación. Toda esta tecnología procede de fines militares. Hubo un proyecto llamado “Popeye” que se llevó a cabo en la guerra de Vietnam en el año 1967, con el objetivo de alargar la temporada de monzones y poder así bloquear rutas que utilizara el enemigo para su sustento.
Pero la más aterradora utilización del Haarp sería la de mantener a la población mundial en un estado de vibración baja. Con desastres naturales que afecten al ritmo natural de ciudades superpobladas, provocan un estado de caos y consternación que lleva al más pesimista estado de ánimo. Una cruel pero cierta práctica. Y sería lo que estaría pasando ahora mismo con la activación del Cinturón de Fuego del Pacífico.
El Cinturón de Fuego del Pacífico se extiende por las costas de Chile, Perú y Ecuador hasta las islas Aleutianas e islas del área oriental de Rusia, China o Japón, abarcando así casi toda Centroamérica, parte de los Estados Unidos, Filipinas, Indonesia, Australia y Nueva Zelanda. Prácticamente el planeta entero se rige sobre este gran Cinturón que alberga la mayoría de volcanes.
Otro de los programas militares de alto secreto de los Estados Unidos estaría emitiendo ondas electromagnéticas de altísima frecuencia directamente hacía nuestra ionosfera, modificando así el ambiente climático. Este programa fue creado en el año 1994 y desde entonces está siendo utilizado por el ejército estadounidense. Parte de esta iniciativa de defensa estratégica nunca desapareció.
Otro programa secreto llevado a cabo en Bolivia en 1990 trataba de analizar las variaciones de onda dentro de una sección de la ionosfera, absorbiendo los rayos ultravioletas del sol y convirtiéndolos en iones y electrones. Estas ondas podían modificarse artificialmente para poder utilizarlas en diversos fines.
Pero lo cierto, es que podría ser la explicación más plausible pero no la más correcta. Porque mientras manipulan el clima, nos manipulan a nosotros, manteniéndonos en una vibración baja y creando una sociedad deprimida y pasiva ante el control y el poder. Ufo-spain