El astrofísico ruso Nikolái Semiónovich Kardashov propuso en 1964 una escala para medir el grado de avance de una civilización.
La llamada escala Kardashov mide una serie de variables e inicialmente clasificaba a las civilizaciones en tres categorías: Civilización tipo I, tipo II y tipo III.
Posteriormente se agregó a dicha clasificación las clasificaciones tipo 0 y tipo IV.
En 1964, cuando Kardashov desarrolló su clasificación, se estimó que la civilización terrestre, o sea nosotros, se encontraba antes del tipo I; es decir que todavía no habíamos alcanzado nuestro máximo potencial en cuanto a la utilización de la energía disponible.
Kardashov no definió categorías intermedias, pero muchos científicos sí se aventuraron a hacerlo. En 1973 Carl Sagan aplicó los cálculos de Kardashov para la Tierra, descubrió que nuestro «grado de avance» era de 0,7 y definió, tácitamente, la categoría 0.
Actualmente, en 2016, muchas cosas han cambiado... pero no eso; seguimos siendo una civilización tipo 0.
El físico teórico Michio Kaku sugiere que podríamos alcanzar el tipo I en 100 o 200 años, el tipo II en algunos cientos de años y el tipo III entre 100 000 a un millón de años (¿si es que aún sobrevivimos?).
Ortos científicos incluso se han animado a definir categorías tipo IV, tipo V y VI en la que una civilización podría, teóricamente, dominar todo el universo.