La posibilidad de que un gran asteroide se estrelle con la Tierra ha sido una fuente de inspiración para Hollywood, y aunque la NASA considere que ese escenario es altamente improbable, sí la contempla. Es por eso que tal probabilidad fue uno de los temas más discutidos por los asistentes de unos ejercicios conjuntos entre la agencia espacial estadounidense y la FEMA, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos(EEUU-USA).
Uno de estos ejercicios conjuntos fue una simulación de una emergencia designada a fortalecer la colaboración entre las dos agencias. La NASA es la que debe dirigir la respuesta de Estados Unidos en una situación de crisis así. eL El ejercicio fue realizado el pasado 25 de Octubre 2016 en California.
“No es cuestión de si pero de cuándo deberemos hacer frente a esta situación”, indicó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la NASA. “Pero a diferencia de cualquier otra era de nuestra historia, ahora tenemos la habilidad de responder a una amenaza de impacto a través de observación continua, predicciones, planificación de respuestas y mitigación”, agregó.
El ejercicio dio un espacio a la comunidad científica planetaria para mostrar cómo se recolectaría, analizaría y compartiría la data sobre un hipotético asteroide que impactaría en la Tierra. Los agentes del FEMA discutieron cómo esa data se utilizaría para considerar algunos de los desafíos únicos que el impacto de un asteroide conllevaría – desde la preparación, respuesta y advertencia a los ciudadanos.
“Es crítico estar preparados para esta clase de escenarios de baja probabilidad pero de consecuencias de alto desastre”, indicó el administrador de FEMA, Craig Fugate. “Al trabajar sobre nuestros planes de respuesta de emergencia ahora, estaremos mejor preparados si y cuando necesitemos responder a tal evento”, agregó
Además de la NASA, FEMA, también participaron representantes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, los Laboratorios Nacionales del Departamento de Energía de USA y la Oficina de Emergencias de California.
El ejercicio de simulación previó un posible impacto en 4 años. El asteroide ficticio impactaría la Tierra el 20 de septiembre de 2020, con un tamaño de entre 100 y 250 metros. La posibilidad de impacto podría ser en cualquier lugar de la Tierra. Solo hay un 2% de posibilidades de que un asteroide similar se acerque a nuestro planeta.
En el escenario hipotético, los observadores continuaron rastreando al asteroide por tres meses utilizando los telescopios, y la probabilidad aumentó a 65%. Las siguientes observaciones tuvieron que esperar a cuatro meses, y sería en 2017, cuando las probabilidades habrían subido a 100%. Hacia noviembre de 2017 ya conocería que el asteroide impactaría en el sur de California o la costa del Océano Pacífico, explicó la NASA
Si bien ya se han hecho ejercicios de simulación de cambiar el rumbo de un asteroide, esta vez se diseñó con el fin de tener poco tiempo antes de poder hacer el desvío, lo que implicaría una evacuación masiva de Los Ángeles, indicó la NASA. Las agencias mostraron los modelos y estimaciones sobre desplazamientos y posible infraestructura afectada.
“El alto grado de incertidumbre inicial junto con la relativamente larga advertencia del impacto hizo de este escenario único y especialmente difícil para los agentes de emergencia”, indicó el coordinador de respuesta del FEMA. “Es muy diferente a prepararse para un evento con poco tiempo, como un huracán”, lo comparó.
La información al público y evitar los rumores, así como negar la información falsa que podría surgir durante los años hasta que llegue el asteroide, fue otro de los temas a tratar en este ejercicio, explicó la NASA. laprensa
