Un grupo de investigadores liderado por antropólogos de la Universidad de Misuri, EE.UU., ha encontrado restos de los primeros ancestros humanos que pueden cambiar de manera radical las ideas de la teoría de evolución, informa 'The Daily Mail'. Se trata de una pelvis de 1,9 millones de años y fósiles de un fémur, que fueron encontrados en la Provincia del Valle del Rift, Kenia.
"Los restos nos dicen que las primeras especies de nuestro género, Homo, fueron muy distintas de lo que pensábamos. Se diferenciaban no sólo en sus rostros y mandíbulas, sino también en el resto de su cuerpo", asegura la profesora de patología y ciencias anatómicas de la Universidad de Misuri, Carol Ward. De este modo, la especie encontrada tenía una pelvis y un fémur más delgados, añade la experta.
"Sus articulaciones de la cadera, sin embargo, eran muy similares a los humanos modernos - a diferencia de los chimpancés en donde la cadera es mucho más plana y más alto que en los seres humanos.
Esto habría dado estos primeros humanos una postura erguida pero con caderas estrechas y piernas delgadas.
El profesor Carol Ward, un patólogo de la Universidad de la escuela de medicina, que estudió los restos de Missouri, dijo: "Lo que estos nuevos fósiles nos están diciendo es que las primeras especies de nuestro género, Homo, fueron más distintivo de lo que pensábamos.
La vieja representación de la evolución lineal del mono al ser humano con los pasos individuales en el medio está demostrando ser inexactos.
"Estamos encontrando que la evolución parecía estar experimentando con diferentes rasgos físicos humanos en diferentes especies antes de acabar con el Homo sapiens."