Elon Musk es un economista, físico y emprendedor sudafricano, más conocido por ser el cofundador de PayPal, Tesla Motors, SpaceX, SolarCity, Hyperloop y OpenAI ha declardo que cree que hay una posibilidad de que vivamos en una simulación.
¿Cómo puedes saber si lo que estás viendo ahora mismo es real? Existe un pensamiento que dice que una civilización muy avanzada con su tecnología podría crear en su historia una segunda realidad. Una en la que las personas que viven en ella, no se den cuenta de que no son “reales”, que en realidad son una simulación. Elon Musk cree que podríamos vivir en una, pero que posiblemente exista una posibilidad entre miles de millones, como explicó en la Code Conference.
Evidentemente Musk, fundador de Tesla y SpaceX, no sabe si vivimos en una simulación, una especie de Matrix, pero, ¿cómo podríamos saberlo?
La idea viene explicada porque en algún momento la evolución tecnológica de una especie ha podido llegar a tal punto, que los gráficos sean tan reales como la misma realidad, que puedes tocar y experimentar. La inteligencia artificial también sería importante, capaz de dotar de pensamientos y libre albedrío a cada elemento de este videojuego o realidad virtual. Y por qué no, que también sea capaz de razonar por sí misma que podría estar viviendo en un mundo virtual.
Musk lo razonó por cómo en 40 años hemos evolucionado de videojuegos como el Pong a mundos virtuales con gráficos fotorrealistas, por lo que nosotros mismos, en pocos años podríamos crear una de estas simulaciones.
Hay una película que explora esta idea allá por 1999: Nivel 13 (basada en el libro Simulacron-3). En ella se muestra como una civilización crea una sub realidad virtual, que a su vez, crea otra sub realidad virtual. Al más puro estilo Origen. ¿Cómo estas personas, virtualizaciones de personas, puede saber que no existen? ¿O el hecho de tener una cierta inteligencia, aunque sea por un ordenador, ya te convierte en una persona?
Existencialismo, realidad virtual e inteligencia artificial. Esto no ha hecho más que empezar. clipset
Tambien en 2003, el filósofo Nick Bostrom propuso lo que él llamo la discusión de la simulación, en la que expuso tres posibilidades en apariencia poco probables asegurando que una de ellas debía ser cierta. Eran las siguientes:
1. La fracción de civilizaciones del nivel de la humana que alcance un estado 'posthumano' (es decir, capaz de realizar simulaciones de alta fidelidad sobre el mundo de sus ancestros) es muy cercana a cero, o bien
2. La fracción de civilizaciones 'posthumanas' interesadas en realizar esas simulaciones es muy cercana a cero, o bien
3. La fracción de gente viviendo el mismo tipo de experiencias que vivimos nosotros que en realidad vive en una simulación es muy cercana a uno.
Es decir, que lo que Bostrom asegura es que una civilización 'posthumana' tecnológicamente avanzada tendría una enorme potencia de computación, y que si solo una pequeña parte de esas civilizaciones realizasen simulaciones de la vida de sus ancestros (que serían indistinguibles de sus vidas reales), el número de ancestros simulados superaría el de ancestros reales.
La apuesta de Bastrom es que la tercera de esas proposiciones es la verdadera, y que la mayoría de nosotros vivimos en una simulación
Según el multimillonario, en un futuro "los juegos llegarán a ser indistinguibles de la realidad". Y en su opinión, no se trata de un hecho negativo. "Si una civilización deja de avanzar, eso podría deberse a algún acontecimiento catastrófico que puede terminar borrando a la civilización", expresó. "O vamos hacia la creación de simulaciones que sean indistinguibles de la realidad, o la civilización dejará de existir".