Las huellas de dedos meñiques descubiertas en una cueva en el sudoeste de Egipto no pertenecen al ser humano, revela una investigación publicada por National Geographic.
Un grupo de antropólogos del Instituto McDonald de investigación arqueológica (Universidad de Cambridge) encabezados por Emmanuelle Honoré ha analizado los restos pictóricos hallados en una cueva cercana a la localidad egipcia de Wadi Sura.
En el año 2002 fueron descubiertas en la gruta unas 5.000 pinturas rupestres cuya antigüedad estimada es de 8.000 años. La mayoría de ellas reflejan imágenes de seres humanos, animales y misteriosas especies sin cabeza.
¿Reptiloides?
Los científicos tomaron mediciones de las plantillas y se comparan con los de los bebés humanos recién nacidos menores de un año, incluyendo a los bebés prematuros recién nacidos que eran 26 a las 36 semanas de edad. Pero llegó a la sorprendente conclusión de que las huellas no eran humanos y en su lugar se crearon por lagartos.
Además, encontraron centenares de huellas de manos perteneciente a un adulto y 13 impresiones de pequeño tamaño. Hasta ahora se pensaba que estas últimas las habían dejado niños, pero los antropólogos han desmentido esta teoría. Al comparar las huellas con las manos de menores y hasta bebes nacidos antes de tiempo han llegado a la conclusión que no son humanas. Las huellas son demasiado pequeñas y los dedos eran más largos que los de los niños.
Los científicos creen que los pintores antiguos usaban las patas de lagartijas para crear sus pinturas.
Los científicos creen que los pintores antiguos usaban las patas de lagartijas para crear sus pinturas.
Fuente: ufosightingshotspot
RT