En 1838, una expedición enviada por la Royal Geographical Society británica descubrió una gran cantidad de pinturas rupestres en Kimberley, situada al noroeste de Australia. Es una región muy remota y la menos poblada del país incluso hoy (a pesar que es tres veces más grande que Inglaterra, solo tiene 41 mil habitantes). Llamarón especialmente la atención unos extraños seres: LOS WANDJINAS.
Innumerables pinturas sobre rocas reflejan para la posteridad la huella más antigua que relaciona a los supuestos dioses con los objetos volantes no identificados.
Estos seres, representados siempre sin boca, con unos ojos espectacularmente grandes y con la cabeza rodeada de una especie de herradura de la que salen extraños filamentos tenían como símbolo la serpiente emplumada, muy recurrente en las civilizaciones antiguas.
Asombrosa la similitud con los trajes de astronautas actuales no creen? Algo muy similar ocurre con el famoso astronauta de Tassili. ¿Tal vez sean estas las evidencias de visitantes extraterrestres plasmadas en estas pinturas?
Wandjina Hombre actual con traje protección Pintura Actual Heroe de Fukushima
Las leyendas Aborígenes actuales nos cuentan que antiguamente, en un tiempo llamado "el de los sueños" o Altjeringa, existieron varias razas que se enfrascaron en una brutal guerra. Los hombres serpiente venenosos que vinieron de Sur contra los pueblos establecidos en la zona o hombres serpiente no venenosos.
El enfrentamiento fue tan cruento que la diosa de la tierra Bulari, tomó partido, exhalando un gas venenoso que mato a todos los invasores. El resto de guerreros fueron encerrados a modo de protección en el Uluru o como más bien se le conoce Ayers Rock
Montaña de Ayers Rock o Uluru
También nos cuentan que hubo otra gran guerra en la ciudad secreta o Moon City. El dios Sol bajo del cielo en una gran nave y se enfrento al dios de la tierra.
El resultado fue una destrucción total de la zona quedando solo en pie unos monolitos erosionados por el tiempo.
Los autóctonos explican que estos restos monolíticos fueron parte de grandes ciudades antiguas pobladas por gigantes conocidos como: "arientas", "yowies" y "luritchas", seres mitad hombre, mitad animal.
Las imágenes encontradas son verdaderamente impactantes:
La datación practicada situó inicialmente las pinturas en unos 5000 años y luego, tras analizar varios avisperos fosilizados incrustados en algunas pinturas, se determinó que la antiguedad sería superior a 17.000 años. Sin embargo, se han encontrado restos fósiles de 200.000 años.
En 1970 Rex Gilroy, arqueólogo y director del museo natural de Monte York encontró una huella humana de 59 centímetros de largo por 18 de ancho supuestamente perteneciente a la raza yowie anteriormente comentada. Que muchos esudiosos la relacionan con los primeros rastros del Bigfoot o Yeti.
Y en las Montañas Azules de Nueva Gales del Sur, se encontraron hachas de mano, mazas, cuchillos y diversas herramientas con un peso de entre 5 y 16 kg.
Estas herramientas por su tamaño y peso, sólo pudieron ser fabricadas para seres con una fuerza y estatura muy superiores a la nuestra (como los Yowies).
El mas fascinante de los dibujos encontrados es el conocido como Cosmonauta de Glenelg River, representa a un hombre de unos tres metros de altura, vestido de los pies a la cabeza con una especie de túnica de color rosa.
Un doble círculo rodea su cabeza, también de color rosa y oro, y sobre la parte rosada, aparecen 6 letras o números de un alfabeto completamente desconocido.
Dibujo de la pintura encontrada
Llaman la atención que:
-casi ninguno tiene boca,
-tienen grandes cabezas blancas con la parte superior ensanchada,
-los ojos son enormes y las narices lineales,
-algunos visten lo que parecen ser sandalias cuando los aborígenes andaban descalzos,
-la variación en el número de dedos de las manos y de los pies (de 3 a 7),
-la utilización de pigmentos azules que los aborígenes no solían usar,
-los nativos los llaman Wandjinas o Wondjinas que significa “cercano del agua”.
Recopilacion: OMOD.
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