Monte Iremel. Es la segunda montaña más alta en el sur de los Urales (1.582 metros) y en sus laderas, incluso en la temporada cálida del verano, se pueden encontrar glaciares. Desde la antigüedad, el monte se consideraba el hogar de los dioses y hasta el final del siglo XIX era casi inaccesible para los ciudadanos comunes. Hoy en día el lugar es muy popular entre los turistas y los aficionados al esoterismo, quienes lo comparan con los misteriosos picos del Tíbet y Altái. Muchos entusiastas superan miles de kilómetros para pedir un deseo en el pico de Iremel, lo que según ellos, hará que se convierta en realidad.
Cueva Kapova. Ubicada en el parque nacional Shulgan-Tash, esta caverna es la más famosa de los Urales y una de las mayores cuevas kársticas en el planeta. Cuenta con tres kilómetros de salas, galerías y lagos interiores. Sin embrago su mayor atractivo son las pinturas rupestres de la época Paleolítica. La cueva es considerada el punto de origen del arte en Europa del Este. Junto con dibujos de animales se pueden observar aquí numerosas imágenes de figuras antropomorfas y geométricas, cuyo significado real probablemente siempre será un misterio para la ciencia.
Complejo de cuevas Sikiyaz-Tamake. Se trata del único asentamiento antiguo en un grupo compacto de 40 cuevas, grutas y arcos de origen natural en todo el territorio de Rusia. Los científicos consideran con ironía a este lugar el 'barrio residencial del Paleolítico' y aseguran que las cuevas son adecuadas para la vida incluso en la actualidad. Además, Sikiyaz-Tamak también es un cementerio de animales antiguos que guarda en sus túneles los restos de rinocerontes lanudos, mamuts, caballos prehistóricos y bisontes de unos 10.000 años de antigüedad.
Dólmenes de los Urales. De acuerdo con los investigadores, en el territorio de los Urales se encuentran entre 150 y 200 dólmenes (estructuras de piedra que se parecen a una mesa) cuya antigüedad se estima en entre 2.500 y 5.000 años. Algunos científicos consideran que existe alguna vinculación entre estos dólmenes y los del británico Stonehenge, las pirámides de Egipto, los edificios de piedra de Malta y las estatuas de la isla de Pascua y suponen que se utilizaban como construcciones religiosas de carácter funerario.
Mausoleo de Kesene. Fue descubierto en 1889 en la región de Chieliábinsk. En el lugar del hallazgo se encontró enterrado el cuerpo de una mujer cubierto con una tela de seda y adornado con anillos con arabescos y aretes de oro. La forma del entierro indica que la estructura servía de tumba para los nómadas ricos de una civilización desconocida que habitaba en los Urales del Sur hace cientos de años y después de su partida a China dejó varias construcciones similares. No obstante, los investigadores siguen discutiendo sobre el origen de los constructores del mausoleo.
Arroyos Oleniy. Se trata del parque natural más popular en la región de Sverdlovsk. Pese a que miles de turistas visitan el lugar cada año, los amantes de lo paranormal siguen registrando aquí supuestos fenómenos inexplicables. Algunos se encuentran con seres misteriosos cuando pernoctan en el parque y otros descubren en las fotografías tomadas en las cuevas locales contornos de animales y objetos que no deberían de estar allí.
Montaña Glyadenovskaya. Es considerada por los científicos el yacimiento arqueológico de la época de Hierro (siglos III-II a.C.) más grande de Eurasia, tanto por el territorio como también por el número de hallazgos. En 1896 se descubrió en este lugar un antiguo templo de más de 2.000 años de antigüedad. Tras detalladas excavaciones, los arqueólogos determinaron que la estructura servía como lugar de sacrificio. El primer medio metro de 'capa cultural' en la zona resultó increíblemente rico en huesos de animales sacrificados como osos, alces y otros. Luego los científicos también encontraron en Glyadenovskay ídolos de madera, miles de bolas de vidrio y de piedra, puntas de flecha y lanzas e incluso monedas antiguas chinas que se remontan al principio de nuestra era.
Fuente: RT
