La Luna es un páramo sin rastro de vida en su superficie, pero esto no fue siempre así…
Científicos han descubierto que al menos dos veces en la historia natural de nuestro satélite, durante los pasados 4.000 millones de años, la vida pudo darse en dos ventanas de tiempo que se abrieron poco después de su formación, en un periodo de gran actividad volcánica y erupciones de diversos gases volátiles, entre los que había incluso vapor de agua.
De acuerdo al nuevo estudio de astrobiólogos de la Universidad de Washington State (WSU) y la Universidad de Londres, hace unos 3.500 millones de años las condiciones en la Luna llegaron al punto de poder albergar formas de vida simples.
«Si el agua líquida y una atmósfera significante hubieran estado presentes en la etapa temprana de la Luna durante largos periodos de tiempo, creemos que la superficie lunar podría haber sido, al menos, de forma transitoria, habitable», afirma el profesor Dirk Schulze-Makuch, uno de los autores del estudio de la WSU.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de estudiar los resultados de recientes misiones espaciales y de análisis de rocas y suelo lunar que demostraron la presencia de moléculas de agua en nuestro satélite.
Luna primigenia habitable
En 2009 y 2010, un equipo internacional de científicos descubrió ciento de millones de toneladas métricas de hielo de agua en la Luna.
Además, también se halló fuerte evidencia de gran cantidad de agua en el manto lunar, la cual se cree fue depositada allí en las etapas primigenias de formación.
La Luna primitiva probablemente también estuvo protegida por su propio campo magnético, blindando a las formas de vidas en superficie del los mortales vientos solares.
acuerdo a los últimos estudios, la vida en la Luna pudo haber llegado allí a bordo de meteoritos, similares a aquellos que en teoría la trajeron a la Tierra.
La evidencia más temprana de vida en nuestro planeta viene de cianobacterias fosilizadas, datadas entre 3.500 y 3.800 millones de años. }
En aquellos tiempos, el sistema solar estaba expuesto a frecuentes lluvias de meteoritos.
Es posible que la Luna recibiera uno o más impactos que esparcieron organismos simples como las cianobacterias durante una de las «ventanas» de habitabilidad selenita.
Asimismo, algunos científicos creen que los impactos más poderosos contra la Tierra pudieron «salpicar» a la Luna. Schulze-Makuch destaca, además, que determinar con certeza si la vida surgió en la propia Luna o fue transportada allí «solo puede lograrse mediante un futuro programa de exploración lunar intensivo».
Fuente: Dailymail / Mysteryplanet