Durante décadas se ha especulado tanto de un posible cuerpo celeste que se aproxima a la Tierra y que amenaza con una extinción masiva, Nibiru, Planeta X, Noveno Planeta, Anti-tierra o Contratierra, Planeta 12 por los antiguos sumerios, Hercolubus y por supuesto Némesis. Durante décadas varios investigadores y científicos han postulado teorías que la existencia de este misterioso objeto celeste. Las mas mencionada y controvertida fue descubrimiento de la Supernova G1.9+0.3 la cual fue asociada con Némesis y un hipotético armagedon hace algunos años.
Pero hace unos días la NASA ha confirmado la existencia de un misterioso objeto celeste. El nuevo estudio finalmente pudo haber encontrado evidencia de que el mundo esquivo, apodado como planeta Nueve, no es solo un mito.
A partir de este extraordinario descubrimiento, podríamos especular que no se trata de un planeta en si, si no de una posible estrella binario o enana marrón; ¿Némesis?
Esta estrella binaria, probablemente una enana marrón, soportada por la hipótesis de "Némesis" postulada por Richard Muller en 1984. Cerca del 50% de los sistemas estelares son sistemas binarios; la existencia de Némesis explicaría la aparente periodicidad de los grandes impactos y las extinciones asociadas (confirmadas por el registro fósil y los estratos geológicos de iridio, un metal extraterrestre) a un ciclo de tiempo que podría estar marcado por la órbita de esta estrella.
Pero... ¿Qué es una enana marrón?
Las enanas marrones son, por así decirlo, "casi-estrellas". Hay algunos aspectos que aún se han de determinar, como qué las diferencia de un planeta gaseoso, pero la diferencia con una estrella estándar es que las enanas no son suficientemente masivas y no tienen reacciones nucleares continuas de fusión de hidrógeno como sí tienen las otras, fusionando litio, deuterio. Traducción: son "casi-estrellas" porque algunas incluso tienen planetas orbitando, pero tienen muy poca masa para brillar.
De hecho, parte de la dificultad en encontrarlas está en que la luz que emiten se encuentra en el rango de infrarrojos del espectro de luz (es decir, no visible por el ojo humano), aunque la solución para esto es relativamente sencilla: instalar un detector sensible a este tipo de luz (como el WISE). Y en este caso el ser humano puede vencer a la máquina dado que en esas imágenes las enanas marrones aparecen de manera muy sutil y pueden pasar desapercibidas en los escaneos de ordenadores.
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