Se podría decir que todo comenzó en 2002. Ese año, el magnate sudafricano Elon Musk fundó SpaceX, empresa privada de fabricación de cohetes y transportes espaciales, cuyo principal objetivo es poner al hombre en Marte. Suena ambicioso y lejano, pero en 14 años, la organización ha logrado acercar más que nunca la posibilidad de una visita al Planeta Rojo al presente, no sólo a través de avances en la tecnología de las naves, sino que en abaratar considerablemente los costos de una expedición que aún es prohibitiva para cualquier presupuesto.
La historia de Musk llamó la atención de los productores Ron Howard, Brian Grazer y Justin Wilkes, quienes contactaron al magnate y fijaron una reunión para realizar un documental sobre SpaceX. Pero la iniciativa dio lugar a algo más. “Todo comenzó con una serie de conversaciones que tuvimos con Elon Musk y lo que estaba haciendo en SpaceX, e inmediatamente se sintió que había una historia más grande que lo que podía abarcar un documental. Entonces surgió la opción de hacerlo una serie documental, que era interesante, pero algo faltaba. Sentí que teníamos que llevar a la audiencia a Marte, que era una curiosidad que obviamente todos iban a tener, entonces allí apareció la idea de introducir un elemento dramatizado a la serie”, explica Wilkes a la pagina web La Tercera.
Así fue cómo se gestó Mars, una ambiciosa miniserie que aterriza en televisión marcando varios hitos. Primero, por su particular formato: la producción, que sigue la hipotética primera visita humana a Marte, es mitad documental, mitad serie de ficción, transcurriendo en dos espacios temporales. Todos los registros de la serie ambientados en 2016 son reales, con expertos -desde Neil deGrasse Tyson hasta el novelista Andy Weir- contando los detalles verídicos de cómo diversas organizaciones y países colaboran en conjunto para hacer la expedición una realidad. Pero por otro lado, también hay eventos ambientados en 2033, presentados también como documental, pero que (obviamente) se tratan de ficción, siguiendo a los astronautas y su compleja misión de aterrizar en Marte y establecer un campamento habitable.
“En mis primeras conversaciones con Ron Howard, acordamos que queríamos devolverle a National Geographic el prestigio que se merece. Ese rectángulo amarillo nos enseñó muchísimo a mi generación, donde no había internet, y esa revista era una de las mejores maneras de descubrir el mundo. Entonces para mí fue un honor que me hayan pedido dirigir el proyecto con el que la cadena se quiere reinventar”, dice el mexicano Everardo Gout, a cargo de dirigir los seis episodios de la primera temporada.
El cineasta reconoce que el formato de la historia presentó un desafío especial: “Teníamos una visión más o menos de lo que queríamos, pero ningún punto de referencia, porque no existía nada parecido a esto. Yo desde muy temprano dejé claro que no me interesaba hacer esto si era un docu drama o recreaciones. Tenía que ser una historia”.
Pero el director aclara: “esto no es ciencia ficción, es ciencia factual”. Incluso los tramos de ficción están basados en una rigurosa investigación científica sobre cómo sería probablemente la expedición. Por ejemplo, uno de los principales problemas de los astronautas en el primer episodio es el aterrizaje de la nave, con la delgada atmósfera de Marte no entregando la resistencia suficiente como para frenar el cohete, obligando a buscar maneras de reducir su velocidad. Todo se entrelaza con pruebas actuales de SpaceX intentando aterrizar cohetes sin dañarlos, con el objetivo que sean reutilizables. “Si los europeos hubieran tenido que destruir sus barcos con cada viaje, probablemente Estados Unidos no existiría”, ejemplifica Musk en un momento.
Para sus creadores, Mars no sólo aportará a la concientización de los esfuerzos que se realizan actualmente por la colonización espacial, sino que además para una mirada más optimista del mundo. “Lo que vende hoy es la distopía, el drama, el miedo. Y creo que se nos olvida que al vender eso, también lo estamos generando. No quiero que ocultemos verdades, pero siento que es una deuda hacia las nuevas generaciones enfocarnos también en las cosas positivas que tenemos como especie”, dice Gout, mientras que Wilkes agrega: “Es cosa de mirar los titulares. Vivimos una realidad dura, y la gente necesita esperanza. Encuentro que los dramas oscuros son geniales, pero también es agradable tener una serie que puede ser vista por todo el mundo y que represente lo que es capaz de conseguir la raza humana, que no sea destrucción y caos”.
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