En México existen lugares que guardan misterios, en donde suceden cosas que son difíciles de creer, sucesos naturales que no tienen explicación, y que son de gran interés para curiosos y estudiosos que se acercan a experimentar las rarezas que estos lugares ocultan.
Por tal motivo De10.mx, se dio a la tarea de buscar los lugares más enigmáticos de la republica Mexicana.
La zona del silencio. Este sitio ha sido calificado como extraño, misterioso y místico. Libros, revistas sensacionalistas, y algunos interesados pobladores hablan de Ovnis, energías paranormales, extraterrestres que rondan en la región como si estuvieran de paseo, o ciudades subterráneas de descendientes de los mayas. Pero, ¿cuál es la verdad?
1. La Zona del Silencio.
En la parte central del Bolsón de Mapimí, en Durango, se localiza un área llamada la Zona del Silencio. Fue reportada por primera vez en la década de 1930 por Francisco Sarabia, piloto mexicano que afirmó que su radio falló misteriosamente mientras sobrevolaba el sitio.
Desde entonces, muchas personas que han visitado la zona han reportado que las señales de radio se desvanecen al entrar a este sitio,incluso, reportan que las brújulas dejan de apuntar al norte magnético. A pesar de ello, ninguno ha presentado evidencia sólida que soporte su afirmación
Muchos de los fenómenos de la zona no han sido investigados a la profundidad requerida, y las opiniones sobre su verdadera existencia siguen siendo objeto de debate.
2. Zona Mágica.
En el municipio de Comala, Colima, existe un lugar conocido como la Zona Mágica, donde ocurre un fenómeno de atracción donde los vehículos son jalados por una energía inexplicable.
De acuerdo a las personas del lugar, en la carretera que lleva de Comala a San Antonio hay un punto donde los autos que avanzan sobre una pequeña pendiente, aparentemente se ve que retroceden.
3. El Castillo Oculto de James.
Existe en México un jardín oculto entre la frondosa selva de la Sierra Madre Oriental. Un lugar salido de la surrealista mente de un personaje excéntrico y singular que un buen día decidió hacer realidad sus delirantes sueños levantando, entre palmeras, musgos y cataratas, uno de los lugares más insólitos que se pueden encontrar en nuestro planeta.
Edward James fue el creador de este jardín que parece un vestigio de una antigua civilización, pero no lo es. Las Pozas de Xilitla o Casa del Inglés, debe su nombre a las piscinas naturales del terreno.
El complejo parece nacido de la materialización de los antiguos grabados de Piranesi, previamente pasados por los cuadros de Escher, la arquitectura precolombina y una pizca de orientalismo.
Una especie de jardín fantasmagórico y deshabitado que emerge en el exuberante entorno de los bosques de San Luis de Potosí.
