La sábana con la que algunos fieles creen que fue cubierto el cuerpo de Jesucristo luego de ser crucificado y que guardaría la imagen divina del cuerpo y rostro del mesías, es una verdadera fuente de misterios que, hasta la fecha, no han podido ser resueltos de manera concluyente por científicos, investigadores y teólogos.
Por empezar, en el año 1988 se realizó sobre el Santo Sudario la prueba de Carbono 14 con el objetivo de establecer científicamente la verdadera antigüedad del mismo. Los resultados de los laboratorios arrojaron que se trataba de una pieza que correspondía a la Edad Media, mas precisamente a los siglos XIII o XIV. No obstante muchos investigadores cuestionaron el procedimiento de datación afirmando que estaba plagado de errores metodológicos. También algunos afirmaron que el lienzo podría haber sido afectado por el incendio de la capilla en donde se encontraba durante el año 1532, lo que probablemente haya distorsionado el resultado de la datación. En la misma dirección, hay argumentos que manifiestan que el sector del lienzo de donde se tomaron las muestras para el análisis había sido sutilmente remendado con fibras de algodón durante la Edad Moderna, aunque estudios posteriores desmintieron esta teoría.
Por otra parte, algunos manifestaron que la muestra se ha tomado del sector del sudario que mas expuesto ha estado al contacto humano, lo que implica una alta probabilidad que el mismo se haya contaminado con bacterias, las que al producir sus desechos (que contienen carbono) podrían haber alterado el resultado de la prueba haciendo que la fecha obtenida sea mas reciente y no evidencie su verdadera antigüedad.
Pero también esta última objeción fue desestimada científicamente a través de otros estudios que se realizaron posteriormente.
Sin embargo, y a pesar de que algunos estudios como los mencionados tiendan a cuestionar su origen divino, el Santo Sudario sigue aportando elementos que contribuyen a mantener latente el misterio sobre su verdadera procedencia: en 1978 se detectó en sectores puntuales del lienzo como la nariz, rodilla y talón, partículas de “suciedad” que al someterlas a estudios, determinaron que se trataba de restos de aragonita travertina y de carbonato de calcio; materiales que podrían hallarse comúnmente en las cuevas que oficiaban de tumbas en las laderas de las montañas de piedra caliza, como las que se encuentran en las actuales regiones de Palestina e Israel.
A su vez, también se han detectado en la tela ácaros de sepultura, además de aloe y mirra; elementos que se corresponden a las costumbres con la que los judíos sepultaban a sus muertos en la antigüedad.
Al parecer, el misterio que rodea al Santo Sudario, continúa lejos de resolverse.
Fuente: http://noticias.tuhistory.com/se-reaviva-el-misterio-sobre-el-santo-sudario
