Las agencias del gobierno de EE.UU. guardan todo tipos de secretos, pero solo un verdadero teórico de la conspiración sospecharía que las «armas psicoelectrónicas» es uno de ellos. Así se revela en documentos enviados «por accidente» a MuckRock, una agencia de noticias que se especializa en enviar solicitudes de Libertad de Información (FOIA), una ley que otorga a los ciudadanos el derecho de acceso a la información federal del gobierno. El periodista Curtis Waltman escribió al Washington State Fusion Center (WSFC), un organismo de seguridad estatal encargado del procesamiento de datos sobre terrorismo y extremismo, para solicitar información sobre Antifa (movimiento anti-fascista) y los grupos de supremacía blanca. Y obtuvo los documentos que respondían a sus preguntas, pero también un extraño archivo comprimido intitulado «Efectos EM en el cuerpo humano.zip». Al extraerlo había documentos como este:
Un apartado especial hace mención a fenómenos tales como la telepatía, el control de los sueños, la provocación de alucinaciones, el control de la mente a distancia y el mapeo remoto del cerebro. Los documentos, ampliamente ilustrados, muestran un montón de dispositivos y técnicas que apuntan a manipular la mente humana y armas que utilizan la fuerza electromagnética para inducir dolor intenso o incluso rigor mortis. Algunas de las imágenes parecen ser parte de un artículo publicado en 1992 en la revista australiana Nexus, donde se habla de una demanda presentada por un tal John St. Clair Akewi contra la NSA (Agencia de Seguridad Nacional). Aweki afirmaba que la NSA tenía «la habilidad para asesinar ciudadanos estadounidenses de forma encubierta y de llevar a cabo operaciones de control psicológico para provocar que ciertos individuos sean diagnosticados como dementes».
Nexus se centra en hechos inexplicables, teorías de conspiración, medicina alternativa y demás temas. Según los editores de la revista, intentaron darle cobertura al caso en 1996 pero no lograron que el protagonista les proporcionara más detalles: «Llamamos al Sr. Akewi para hacer un seguimiento al desarrollo de su demanda, pero nos dijo firme y amablemente que no podía hablar sobre nada que tuviera que ver con el caso por teléfono y colgó». Es sabido que EE.UU. y otras potencias han experimentado con el abanico de posibilidades que ofrece el control mental, pero los documentos filtrados aquí no parecen ser oficiales. No obstante, son otra prueba contundente del gran interés del gobierno estadounidense sobre los poderes de la mente y su utilización como herramienta para fines geopolíticos.
Ondas del cerebro humano descritas en este documento que por alguna razón desconocida escondía el gobierno estadounidense. Waltman ha dicho que no tiene idea de por qué se incluyó ese archivo comprimido en lo que le enviaron. El WSFC no ha respondido aún sobre el asunto. Fuente: MuckRock/Popular Mechanics/Mysteryplanet
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